Hank, candidato por Virginia al Senado de EE.UU., conoce bien las calles, se mueve con destreza en las alturas y se puede decir que ha vivido muchas vidas.
Y su candidatura ha causado furor en las redes sociales.
Lo peculiar es que el candidato -aunque lleva bigotes- no es un ser humano... sino un gato.
Según informa el diario The Washington Post, su condición de gato callejero no le ha impidido plantarle cara al demócrata Tim Kaine y al republicano George Allen en la campaña por el Senado en el estado de Virginia.
Por el contrario, el candidato "independiente" de cuatro patas ofrece cualidades extra como "energía y determinación".
Y, según la página electrónica de su candidatura, Hank conoce de cerca los problemas de aquellos menos afortunados debido a que "desde el primer día de su existencia ha sido un luchador".
Desposeído
El felino nació en las calles y su madre tuvo que alimentarlo, tanto a él como a sus hermanos, completamente sola.
"Por haber vivido en las calles y su condición de desposeído, Hank aprendió el valor del trabajo intenso", dice el sitio electrónico del aspirante que hoy reside en el condado de Fairfax, en Virginia.
Aunque también hay aspectos de la vida del candidato -cuya campaña utiliza profusamente redes sociales como Twitter y sitios como YouTube- que no son exhibidos precisamente con orgullo.
El propio director de su campaña, Matthew O'Leary, admite que Hank tiene defectos, y algunos graves, como la pereza.
O'Leary reconoce que el aspirante a senador, pese a sus garras, "no infunde temor".
Y tiene, además, una marcada debilidad por el queso.
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