
Pero lo que muchos no saben es que estas supuestas sales de baño contienen una sustancia similar a la cocaína que produce una dependencia casi instantánea "además de alucinaciones, euforia, paranoia extrema y psicosis, reacciones violentas, acelera el ritmo cardíaco, y crea impulsos suicidas", según se informa en un reportaje publicado en el periódico en línea El Nuevo Día
.

"Recientemente se registró un caso en el que un hombre intentó remover el radar de un auto de policía con los dientes. Muchas de estas personas (como el caníbal), por alguna extraña razón, son encontradas totalmente desnudas, y no sabemos si tiene que ver con los efectos psicóticos que generan las drogas o se relaciona con que sus propiedades estimulantes hacen subir la temperatura del cuerpo", contó el médico estadounidense.
Si esto es cierto y el Ivory Wave se empieza a difundir a través de nuestras ciudades tal como pasó con el crack en los años 80 y las metaanfetaminas en época más reciente, podemos decir que estamos ante una crisis nacional parecida a la de una película de terror en la que zombies caníbales recorren las calles y no pueden detenerse con otra cosa que no sea a balazos. Esperemos que la sangre (literalmente) no llegue al río.
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